Dos mujeres ciegas de West Sussex, Pam May y Jennie Bailie, han expresado públicamente su angustia y humillación después de ser escoltadas fuera de un barco de P&O Cruises debido a preocupaciones de “salud y seguridad”.
El incidente, que ocurrió el mes pasado, ha provocado un debate sobre los derechos de las personas con discapacidades y las responsabilidades de los proveedores de servicios.
Pam y Jennie dijeron a ITV News que habían reservado sus vacaciones a través de una agencia de viajes de Londres. Afirman que P&O Cruises era plenamente consciente de sus deficiencias visuales en el momento de la reserva y había acordado alojarlos para las vacaciones que salían de Southampton.
Sin embargo, al abordar el Ventura, uno de los cruceros de P&O, la situación dio un giro inesperado. La tripulación les entregó una carta citando razones de “salud y seguridad” y les ordenó que desembarcaran. Las mujeres se sintieron humilladas y molestas, comparando su trato con el de los criminales.
“Fue humillante. En realidad nos sentimos como criminales”, dijo Pam. “Estábamos parados allí y teníamos que discutir por qué teníamos derecho a viajar e irnos de vacaciones por nuestra cuenta, al igual que todos los demás”.
Jennie se sumó a los sentimientos de Pam, describiendo la experiencia como “total y absolutamente vergonzosa, y muy, muy perturbadora”.
La reserva de vacaciones fue manejada por TUI, que se había puesto en contacto con P&O Cruises en su nombre. P&O Cruises había asegurado a TUI que la mayoría de sus barcos estaban equipados con números de cabina en Braille, botones de elevación y menús para acomodar a los huéspedes con discapacidad visual. Además, a Pam y Jennie se les prometió un recorrido de orientación a su llegada a bordo.
En respuesta al incidente, un portavoz de P&O Cruises dijo a ITV: “Lamentamos mucho que estos huéspedes no hayan podido viajar con nosotros y les ofreceremos un reembolso completo por sus vacaciones, incluidos los gastos de viaje incurridos”.
gCaptain