Una encuesta reciente de la Food Industry Association (FMI), una organización comercial que representa a los minoristas y mayoristas de alimentos, encontró que el 70 % de los minoristas dijeron que las interrupciones en la cadena de suministro están afectando negativamente a sus negocios, frente al 42 % del año anterior.
La encuesta consultó a minoristas de alimentos y empresas mayoristas que representan a más de 38,000 tiendas.
Informa que los aumentos en la demanda de los consumidores, la escasez de mano de obra y las restricciones en la capacidad de transporte y envío continúan interrumpiendo las cadenas de suministro, dijeron los minoristas a FMI.
Estos problemas han persistido durante la pandemia, como se ha visto con la escasez que va desde papas fritas hasta queso crema.
Un problema es el efecto látigo, en el que pequeños cambios en la demanda de los consumidores pueden desencadenar cambios mayores en los pedidos de los minoristas a los fabricantes y mayores oscilaciones en la demanda de los materiales necesarios para fabricar bienes.
Las interrupciones se amplían a medida que avanzan en la cadena, a medida que se introducen más errores, lo que conduce primero a un excedente y luego a una escasez cuando los fabricantes corrigen en exceso y reducen la oferta.
Las cadenas de suministro de alimentos frescos tienen una capa adicional de complicación porque no puede haber un suministro adicional o existencias rezagadas debido al riesgo de deterioro.
La escasez de trabajadores también ralentiza el proceso de producción. La escasez de mano de obra sigue siendo un problema para la industria alimentaria en su conjunto, ya que los trabajadores buscan trabajos mejor pagados o menos arduos.
En respuesta, los minoristas de alimentos están utilizando IA y robótica para ayudar a que la gestión logística y de inventario sea más eficiente, y probablemente también comenzarán a buscar acortar sus cadenas de suministro asociándose con más proveedores locales para los productos que necesitan, según FMI.
Supply Chain Brain
