Justo antes de los eventos recientes que tuvieron lugar en el Mar Báltico, el gobierno del Reino Unido publicó un informe titulado ” Estrategia nacional para la seguridad marítima ” en agosto de 2022 en respuesta al aumento de las tensiones y presiones globales que se ejercen sobre el comercio y los datos globales.
Paul Dean y Tom Walters del bufete de abogados HFW, junto con varios otros colaboradores asociados, observaron que el informe era profético en el sentido de que destacaba la vulnerabilidad del Reino Unido como resultado de su dependencia del comercio marítimo.
“La necesidad de proteger nuestros puertos, rutas de navegación e infraestructura submarina para preservar, no solo el acceso a los bienes, sino también la información que respalda la economía del Reino Unido nunca ha sido más importante”.
Las implicaciones más amplias en el informe también se reconocieron, ya que la protección de la infraestructura crítica del Reino Unido también se extendió más allá del Mar Territorial y la Zona Económica Exclusiva del Reino Unido a los Territorios de Ultramar y Dependencias de la Corona.
La dependencia del Reino Unido del comercio marítimo y la importancia de la infraestructura alrededor de nuestra costa es significativa.
A modo de ejemplo: el 95 % de todas las mercancías por peso se importaron por mar en 2020, el 70 % de todos los movimientos de contenedores se gestionan en 10 puertos del Reino Unido.
El 99 % del tráfico mundial de telecomunicaciones del Reino Unido se transmite a través de cables submarinos de fibra óptica y energía eólica marina produjo un 27% más de electricidad en 2020 que el año anterior.
HFW dijo que el supuesto sabotaje y los ataques a los oleoductos NordStream en el Báltico destacaron la importancia de la infraestructura crítica del Reino Unido y de muchos otros estados nacionales.
También nos recordó los niveles a los que pueden llegar algunos actores para ejercer presión sobre las partes interesadas en la búsqueda de objetivos políticos.
“Esto, a su vez, plantea una serie de problemas legales que, sin duda, se resolverán en el ámbito internacional”.
“Estos serán cada vez más pertinentes a medida que la competencia entre los estados por recursos limitados, las disputas sobre las fronteras marítimas y un mayor énfasis en el uso del poder duro (amenaza militar o económica) y blando (negociación o influencia) se vuelvan más comunes”.
HFW Holman Fenwick Willan LLP
