Los barcos están retrocediendo a lo largo del borde occidental del Mar Negro a la entrada del Danubio y fuera del puerto rumano de Constanta en medio de una grave incertidumbre sobre cómo proceder con las exportaciones de Ucrania después de los múltiples ataques rusos contra ubicaciones portuarias y la decisión la semana pasada de poner fin a la Iniciativa de Granos del Mar Negro.
La decisión de Rusia de atacar la infraestructura portuaria a lo largo del Danubio, junto con los bombardeos de ciudades portuarias del Mar Negro como Odesa, ha hecho que los barcos se retiren de hacer viajes peligrosos.
Además de la tensión del transporte marítimo del Mar Negro, tanto Ucrania como Rusia han declarado que tratarán a los barcos comerciales que se dirigen a puertos enemigos como potencialmente transportando cargas militares.
Las aseguradoras han indicado que la cobertura de riesgo de guerra del Mar Negro disponible anteriormente ya no se ofrecerá a medida que la situación se deteriore.
Un dramático video publicado en las redes sociales ayer (ver más abajo) capturó el momento en que las fuerzas rusas lanzaron ataques con aviones no tripulados en el puerto de Reni, en el Danubio. Otro puerto del Danubio, Izmail, también ha sido atacado como parte de la estrategia de Rusia para golpear la infraestructura de exportación de granos de Ucrania.
El presidente rumano, Klaus Iohannis, condenó el ataque, calificándolo de “escalada” que planteaba riesgos para una mayor seguridad en la región del Mar Negro y la seguridad alimentaria mundial. Muchos barcos a lo largo del río han decidido echar el ancla mientras esperan una aclaración sobre cómo proceder.
Antes de la guerra, el Mar Negro representaba el 3,4% de las cargas totales de petroleros y el 4% del total de cargas secas a granel, según el análisis de Jefferies, un banco de inversión. Estos ahora han caído a 2.3% y 2.8%, respectivamente, con Jefferies sugiriendo que podrían disminuir más estirando aún más la flota global.
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