Un gigante productor de energía, Noruega se encuentra al frente de una crisis energética que alcanzó nuevas alturas dramáticas después del presunto sabotaje de los gasoductos Nord Stream de Rusia en el Mar Báltico.
“Obviamente, creo que este es un momento desafiante. Estamos haciendo todo lo posible para mantener la seguridad de la plataforma continental noruega”, dijo a Euronews, Andreas Bjelland Eriksen, secretario de Estado del Ministerio de Petróleo y Energía de Noruega.
Noruega, aliado de la OTAN y miembro de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), ha demostrado ser un salvavidas para la Unión Europea al convertirse en el mayor proveedor de gas natural del bloque de 27 naciones desde que Rusia cortó el suministro de gas tras la invasión de Ucrania.
Noruega ha aumentado la producción de gas para satisfacer la demanda europea y, según Eriksen, el país espera producir un 8 por ciento más de gas este año en comparación con el año pasado.
Antes de la guerra en Ucrania, Noruega cubría alrededor del 20 por ciento de la demanda de gas de la UE y este año suministrará alrededor del 25 por ciento, según la empresa de investigación Rystad Energy.
“Creo que si aceptamos la premisa de que la invasión rusa de Ucrania ha cambiado el panorama energético en Europa para siempre, y que no hay vuelta atrás al estado anterior a la guerra”, dijo Eriksen.
“Ellos [Europa] necesitarán gas de otras fuentes además de Rusia. Y en esa perspectiva, creo que es difícil ver que hay muchos lugares donde es más natural seguir importando gas en un contexto europeo que de Noruega”.
Según las estadísticas del gobierno noruego, se espera que los ingresos de la industria del petróleo aumenten alrededor de una cuarta parte a 90 000 millones de euros este año, frente a los 62 000 millones de euros de 2021.
“Producimos tanto como sea posible y hacemos todo lo que está a nuestro alcance para mantener el sistema a toda velocidad en el futuro, de modo que entreguemos la mayor cantidad de energía posible a Europa”, dijo Eriksen.
“Para nosotros, es importante que sepan y les demostremos que Noruega es un socio energético fiable, digno de confianza y a largo plazo para Europa”.
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