En el capítulo 6 de ‘Futuro Eléctrico’, el pódcast de Endesa y El Confidencial para impulsar la electrificación en España, hablamos de la electrificación del transporte marítimo.
Como siempre, para poner todo esto en contexto, vamos a dar algunos datos interesantes. Según la Unión Europea, el transporte marítimo representa el 4% de las emisiones de CO2 de nuestro continente. Es cierto que las cifras no son especialmente preocupantes, pero ahí va otro dato: estas emisiones han aumentado un 34% desde 1999. Nos encontramos, por tanto, en un escenario en el que el transporte marítimo no es ni mucho menos masivo, pero sí resulta esencial para la descarbonización del transporte.
Ahora bien, ¿de verdad podemos electrificarlo? ¿Hay forma de hacer llegar la electricidad a un sector que a menudo recorre distancias largas? Para conocer estas respuestas, nos hemos citado con dos personas. En primer lugar, con Enrique Arriola, business manager de Metaltec Naval, la empresa desarrolladora de Bahía Zero, un proyecto de la Autoridad Aeroportuaria de Santander (APS) que presentó el primer catamarán de pasajeros de propulsión eléctrica alimentado solo por energía solar, que realiza la travesía entre la capital cántabra y Camargo. Por otro, Rafael Sánchez Durán, general manager de Endesa en Andalucía y Extremadura y una de las caras visibles de los ePorts o puertos verdes, una iniciativa con la que la compañía busca acompañar a los puertos en su transición energética mediante su electrificación, la generación de energía renovable local y de comunidades energéticas locales, la eficiencia energética de sus instalaciones, la movilidad sostenible y la economía circular.
A ambos les hemos planteado la misma pregunta con la que abrimos el pódcast: ¿será posible algún día ir de Alicante a Mallorca en un barco eléctrico? “No me cabe la menor duda”, sentencia Arriola. De hecho, “estamos trabajando precisamente en esa línea, aunque en este momento estemos en la corta distancia“. En cualquier caso, “por supuesto que vamos a poder asumir distancias como la de Alicante a Mallorca”.
Sánchez Durán también está convencido de ello y, para ejemplificarlo, nos hace echar un vistazo atrás en el tiempo: “Si pensamos en los inicios de la movilidad eléctrica, en 2008 empezamos con un grupo de trabajo en Bruselas. Entonces no había un solo vehículo eléctrico a la venta en el mercado… y hoy este mercado nos inunda. Y en el transporte marítimo, yo cada semana me despierto con nuevos barcos y nuevas propuestas donde la ingeniería está haciendo un enorme esfuerzo para poder afrontar un recorrido que lo vamos a acabar viendo más que pronto que tarde”.
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Sentado el objetivo de futuro, ¿qué falta para que dicho objetivo sea una realidad? Aquí surge la palabra clave: baterías. “Han evolucionado, en los últimos ocho años, de una manera vertiginosa”, afirma Arriola. “Ahora mismo estamos doblando las capacidades de acumulación de energía en un espacio limitado. Ahora ocupamos el mismo espacio y el rendimiento es mucho mayor. En cuestión de otros diez años, estaremos hablando de mucha más capacidad”.
Sánchez Durán, por su parte, marca un camino intermedio hasta que lleguen esas baterías de larga autonomía: “Por ahora, en la larga distancia, vamos a tener que hacer estos trayectos compatibles con combustibles alternativos al diesel. En Endesa, estamos apostando por una tecnología de larga distancia que es el gas natural licuado, que va a servir para que, cuando el barco cruce largas distancias, utilice el gas como principal combustible; pero cuando se aproxime a tierra, el Onshore Power Supply (OPS) conecte el barco a la energía eléctrica para librarlo completamente de combustibles fósiles y que no traslade emisiones al ámbito urbano”.
En este sentido, el concepto de ePort o puertos verdes de la energética “tiende la mano en un modelo de colaboración público privada, haciendo que la electricidad sea la vía más directa para alcanzar ese reto de descarbonización que todos estamos pretendiendo”, contando con ejemplos concretos como los alcanzados por la compañía con el Puerto de Sevilla, la Autoridad Portuaria de Cádiz, el puerto de Huelva y, a futuro, todos los puertos de la zona sur: Algeciras, Málaga, Motril, Almería, Ceuta, Melilla… Ya lo hemos visto. El transporte marítimo, tradicionalmente, ha estado alejado de implantar combustibles o modos de transporte alternativos, pero la transición energética no descansa y llega a todos los sectores, así que es cuestión de tiempo que el marítimo también acabe totalmente electrificado.
El Confidencial España
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