Los espacios confinados o cerrados son comunes en la industria de la cadena de suministro. Dichos espacios existen en todas las modalidades de carga; desde contenedores cisterna hasta cajas de escaleras y bodegas de carga, camiones cisterna y unidades de carga selladas.
La falta de comprensión del peligro presente puede tener consecuencias fatales.
Sin suficiente oxígeno, el cuerpo humano comienza a apagarse muy rápidamente. Cualquier operación de rescate es, por lo tanto, crítica en cuanto al tiempo.
La causa principal de la reducción de los niveles de oxígeno es la mayor presencia de otros gases, como el dióxido de carbono.
Esto puede deberse a la oxidación de la estructura del buque o de las cargas metálicas, la oxidación de cargas como el carbón o la descomposición de cargas biodegradables, por ejemplo, harina de pescado, troncos, cortezas o gránulos de madera. Todo esto conduce a la liberación de dióxido de carbono, y potencialmente de otros gases, que agotan simultáneamente el oxígeno.
Otros peligros asociados incluyen vapores inflamables o tóxicos de cargas con fugas o tuberías o mangueras con fugas.
Peregrine Storrs-Fox, directora de gestión de riesgos de TT, explica que la falta de conocimiento de estos peligros, a menudo ocultos, es sorprendentemente alta.
“El riesgo clave es que los trabajadores no reconozcan fácilmente los espacios que podrían representar un peligro”, afirma.
“La bodega de carga de un barco es un ejemplo destacado, pero los contenedores y otras unidades de transporte de carga presentan riesgos similares; puede haber una falta de conocimiento de la carga embalada o si se han utilizado fumigantes. Del mismo modo, las unidades cisterna, ya sea un barril de carretera o un contenedor cisterna, ciertamente califican como espacios cerrados”.
La velocidad con la que los efectos del agotamiento del oxígeno pueden volverse debilitantes requiere una comunicación exhaustiva y regular para garantizar que los agentes comprendan los riesgos. Al ingresar a un espacio letal no hay banderas rojas obvias.
En cuanto a los síntomas, no hay signos de advertencia como tos o sensación de falta de aire o náuseas. Una persona puede desmayarse sin tener la oportunidad de dar la alarma o escapar.
El inicio rápido y la naturaleza catastrófica de estos síntomas a menudo hace que otros se apresuren a ayudar a la víctima, sin darse cuenta de la razón de su colapso. Estadísticamente, más del 60% de las muertes relacionadas con espacios confinados y cerrados son sufridos por socorristas.
“La naturaleza silenciosa e invisible de este asesino enfatiza la importancia de crear conciencia sobre el riesgo”, subraya Storrs-Fox.
“El desarrollo y la realización de simulacros para practicar rescates son pasos cruciales para mitigar los riesgos, al igual que una serie de otras estrategias que incluyen evaluaciones de riesgos de trabajar en espacios potencialmente peligrosos, desalentar los atajos en las prácticas laborales y probar, monitorear y ventilar el aire en áreas confinadas. ”
Si bien no es exhaustiva, TT ha desarrollado una lista de verificación de estrategias de mitigación de riesgos que se pueden aplicar en todos los modos, ya sea en tierra o en el mar.
Fuente: Club TT
