‘Parecía el infierno’: los fugitivos de Mariupol describen el horror en la ciudad sitiada de Ucrania
Natalia nació en Mariupol. Es el único lugar en el que ha vivido.
Mariupol
Es una ciudad en la que “uno podría vivir”, dice.
“Tuvimos el mar. Todo estuvo bien. Amo tanto el mar. No volveré a ver el mar nunca más”, dijo entre lágrimas a Anelise Borges de Euronews.
Natalya ahora está a salvo en la ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania, y su amada ciudad natal está irreconocible. Todo es un horror.
Bombardeos rusos
Una vez hogar de más de 500.000 personas, la ciudad portuaria está en ruinas después de cuatro semanas de bombardeos rusos casi ininterrumpidos.
Natalya presenció la mayor parte desde el sótano de su casa.
“Estaba justo encima de nuestras cabezas”, dijo.
“Los aviones volaban desde las 3 am y cada 10 minutos oías pasar un avión”.
“Y supongo que parte de nuestro sistema de defensa estaba cerca y disparaban, y cada vez que golpeaban un objetivo, todo temblaba”.
“Estábamos sentados allí pensando que el próximo es para nosotros”.
Natalya sobrevivió 20 días sin electricidad, agua corriente y muy poca comida.
Muchos de sus vecinos no tuvieron tanta suerte.
Ella dice que la casa de al lado de la suya fue alcanzada por una bomba y su vecino quedó atrapado bajo los escombros.
“Otros dos vecinos fueron a sacarlo y los bombardearon”, dijo.
Su yerno Viktor, tomó la desesperada decisión de entrar y sacar a Natalya.
No estaba preparado para lo que vio.
Parecía un infierno, un horror
“Parecía un infierno”, dijo.
“El noventa por ciento de los edificios fueron alcanzados, la mitad de ellos fueron quemados. Y luego había muchos perros en la calle, podías verlos deambulando en busca de comida”.
Viktor dijo que las calles estaban cubiertas de escombros y basura, y los cielos estaban llenos de aviones.
Mientras tanto, los sonidos de las explosiones eran casi constantes.
“Sentí que estaba en un juego o algo así”, dijo.
“Era como un juego de computadora o algo así. Todavía no puedo creer que haya sucedido”.
Viktor no quiere ser identificado porque dice que tiene miedo de no tener acceso a las áreas controladas por Rusia en las próximas semanas. Espera seguir ayudando a la gente del otro lado.
En cuanto a Mariupol, dice que no cree que la ciudad sea reconstruida. Reitera “es un horror”.
Finalmente expresó: “Realmente no sé qué decir,” dijo Viktor. “Pero no veo ningún futuro allí. No al menos por otros 10, 20 años”.
Euronews
