Los comerciantes deshonestos cuyos productos inseguros han sido retirados de un mercado pueden exportarlos a países con una seguridad de productos de consumo más débil, sin tener en cuenta el derecho de los consumidores a productos seguros.
Miles de millones de personas enfrentan la mayor crisis de costo de vida en una generación debido al aumento de los precios de los alimentos y la energía en medio de condiciones financieras más estrictas. Los consumidores vulnerables se encuentran en una situación grave.
El análisis de la UNCTAD muestra que un aumento del 10% en los precios de los alimentos provocará una disminución del 5% en los ingresos de las familias más pobres, equivalente a sus gastos de salud.
A medida que los consumidores intentan reducir sus gastos, pagarán un alto precio si compran productos inseguros. Los Estados Unidos reportan 43,000 muertes y 40 millones de lesiones por año asociadas con productos de consumo, con costos anuales de más de $ 3,000 per cápita.
“Los gobiernos deben esforzarse por continuar y tener éxito en su misión a largo plazo de proteger a sus consumidores, una misión de renovada relevancia hoy”, dijo la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan, en la reunión intergubernamental de la organización sobre protección del consumidor celebrada los días 18 y 19 de julio.
Los productos inseguros, una amenaza transfronteriza
Mantener a los consumidores seguros es una prioridad para los gobiernos de todo el mundo. La investigación de la UNCTAD muestra que los requisitos generales de seguridad y los regímenes de responsabilidad incorporados en las leyes, junto con las normas, son las piedras angulares de los marcos de seguridad de los productos de consumo en todo el mundo.
Si bien los países más desarrollados han establecido marcos de seguridad de los productos, incluidas leyes, instituciones de aplicación, mecanismos de retirada y campañas de comunicación, los países en desarrollo con sistemas más débiles son menos capaces de hacer frente a los productos inseguros.
Por lo tanto, es necesaria la cooperación internacional para mejorar la seguridad de los productos para todos los consumidores.
En 2020, la UNCTAD adoptó su primera recomendación sobre la seguridad de los productos. Su objetivo es frenar el flujo de productos inseguros que se comercializan internacionalmente, fortaleciendo los lazos entre las autoridades de seguridad de los productos de consumo y sensibilizando a las empresas y los consumidores.
Señala la necesidad urgente de erradicar los productos inseguros y peligrosos que se comercializan y fabrican.
“La recomendación de la UNCTAD ofrece un enorme potencial para proteger a los consumidores en mi país y en el suyo, si se implementa a gran escala”, dijo Alexander Hoehn-Saric, presidente de la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de los Estados Unidos. “Al trabajar juntos, podemos mejorar la seguridad del producto para todos nuestros consumidores”.
La UNCTAD dice que la vulnerabilidad de los consumidores es mayor, ya que pueden no ser conscientes de que los requisitos de salud o seguridad varían de un país a otro y pueden suponer que todos los productos a la venta en línea son seguros.
Dado que los consumidores a menudo subestiman el riesgo y pueden decidir comprar los productos más baratos por necesidad financiera, la UNCTAD insta a las autoridades a que eduquen a los consumidores sobre las posibles consecuencias para la seguridad de las decisiones basadas únicamente en el precio.
“La seguridad de los productos es uno de los pilares o impulsores clave de la confianza del consumidor”, dijo Helena Leurent, directora general de Consumers International, “la falta de comprensión del consumidor es un desafío sustantivo”, agregó.
Fuente: Mapa Mundial de Protección del Consumidor de la UNCTAD, 2022
Regional es más seguro
Según el Mapa Mundial de Protección del Consumidor de la UNCTAD, el 60% de los países carecen de experiencia en la aplicación transfronteriza de la protección del consumidor.
Cuando sucede, es principalmente entre los países desarrollados. La investigación de la UNCTAD llegó a la conclusión de que la cooperación regional puede catalizar la protección del consumidor.
“La mayoría de los países de África no tienen la capacidad o la experiencia para hacer frente a la distribución de productos inseguros”, dijo Willard Mwemba, CEO de la Comisión de Competencia del COMESA, “pero los esfuerzos regionales pueden desarrollar esas capacidades y beneficiar a todos los países participantes”.
Los funcionarios de alto nivel que participaron en la reunión de la UNCTAD convinieron en que la prevención de la distribución transfronteriza de productos de consumo inseguros conocidos era una prioridad para los países, ya que podía mejorar la confianza de los consumidores e impulsar el desarrollo económico sostenible.
Encomendaron al Grupo de Trabajo de la UNCTAD sobre la seguridad de los productos de consumo que propusiera medios prácticos para aplicar esta recomendación e informara de sus progresos el próximo año.
