Como consumidores, nos hemos acostumbrado a que los productos lleguen cuando los queremos, pero la logística de última milla requerida tiene un costo para el planeta.
Como consumidores, nos hemos acostumbrado a la inmediatez de las entregas . Pide un producto un día y tenlo en tu casa al día siguiente.
Pero la logística detrás de este movimiento masivo de bienes, y su impacto ambiental, significa que se necesitan mejores soluciones para equilibrar la demanda de los consumidores y el consumo de energía de las entregas de “última milla”.
Para abordar este problema, los investigadores analizaron lo que denominan “un aumento en la demanda de entregas de última milla al tiempo que intentan reducir los impactos ambientales del sector del transporte”.
Muchas empresas están explorando el uso de vehículos autónomos para realizar entregas de última milla, dice Thiago Rodrigues, candidato a doctorado en ingeniería civil y ambiental en la Universidad Carnegie Mellon.
“Nos enfocamos en comprender los impactos en el consumo de energía y las emisiones de GEI de esta transformación en la forma en que entregamos los paquetes”, dice Rodrigues.
Los experimentos comenzaron definiendo los principios que influían en el consumo total de energía de un avión . “La mayor parte de la literatura en este campo se centra en los helicópteros”, dice Rodrigues.
“Así que adaptamos el modelo físico y creamos un protocolo experimental para replicar las condiciones de vuelo esperadas durante la entrega de última milla”.
El equipo descubrió que tanto la masa de la carga útil como la duración total del vuelo eran los principales contribuyentes al consumo total de energía del dron.
“Para paquetes pequeños con un alto valor agregado, como suministros médicos y electrónicos, los drones cuadricópteros mostraron un consumo de energía considerablemente bajo por milla recorrida en comparación con otros modos de transporte”.
Sorprendentemente, la velocidad del dron y la velocidad del viento tuvieron poco impacto en el consumo total de energía del dron, dice Rodrigues.
Las pruebas se realizaron con el dron volando a velocidades de entre cuatro y 12 metros (alrededor de 13 a 39,3 pies) por segundo. Durante ese tiempo, las condiciones del viento variaron de dos a 16 nudos.
“Los drones pueden tener hasta un 94 % menos de consumo de energía por paquete que otros vehículos”, dice Rodrigues, y agrega que la cantidad total de reducción de emisiones depende de la intensidad de la red eléctrica en un área.
“Las regiones con electricidad más limpia se beneficiarían más de la adopción de drones para transportar paquetes pequeños”.
Si bien los investigadores determinaron múltiples beneficios al utilizar drones pequeños, Rodrigues admite que aún existen desafíos operativos y regulatorios que deben abordarse antes de que las entregas con drones se conviertan en una realidad.
“Sin embargo, ya se están implementando algunas operaciones de entrega con drones, con suministros médicos e incluso comestibles entregados de manera segura por drones. Estas operaciones están liderando el camino en la expansión del uso de drones en todos los sectores de entrega de última milla”.
Estas operaciones exitosas pueden hacer que la perspectiva de una entrega con drones sea más atractiva para los consumidores.
Rodrigues cree que las personas ya son receptivas a la idea y afirma que, en un estudio reciente, más del 60 % de los clientes en línea dicen que estarían dispuestos a pagar más para recibir sus paquetes mediante robots de entrega autónomos.
También está el problema de los paquetes más grandes, que no pueden ser entregados por drones pequeños.
Rodrigues sugiere que las bicicletas eléctricas de carga y otros robots de entrega autónomos en tierra podrían ser una forma eficiente de energía de llevar estos artículos a los clientes.
World Economic Forum
