Los buques tradicionales utilizan Diesel y Fuelóleo pesado para impulsar sus motores. De momento, cada vela instalada en el Pyxis Ocean representa un ahorro de 1.5 toneladas de combustible al día.
El buque de carga Pyxis Ocean se convirtió en el primer navío en usar tecnología eólica con el objetivo de reducir su huella de carbono durante sus viajes.
El buque con velas que miden 37.5 metros es una apuesta arriesgada para el sector, pero la compañía responsable, Cargill, afirma que intentará impulsar su tecnología entre otros barcos y disminuir las emisiones de gas de efecto invernadero.
Las velas Windwings impulsarán el motor del barco carguero y reducirán los requerimientos de combustible de un viaje convencional.
El navío no es estrictamente eólico, pero con la instalación de la estructura sobre la cubierta, disminuirá hasta un 30% el combustible fósil necesario para su trayecto.
La compañía explica que la disminución de la huella ecológica aumentará en la medida en que se desarrollen y adopten combustibles alternativos.
Los buques tradicionales utilizan Diesel y Fuelóleo pesado para impulsar sus motores. De momento, cada vela instalada en el Pyxis Ocean representa un ahorro de 1.5 toneladas de combustible al día.
Bajo estos cálculos, el buque reducirá su expulsión de dióxido de carbono en 9.3 toneladas por cada día que dure el viaje.
La industria marítima contribuye en un 3% en las emisiones anuales de CO2 en todo el mundo.
Al igual que otros sectores como el de la construcción y las aerolíneas, las armadoras de buques se enfrentan a la presión de organizaciones multinacionales que exigen estrategias para mitigar la contaminación en el planeta.
Para la compañía Cargill, la propulsión eólica asistida es el paso que deben dar para reducir el impacto ecológico en la Tierra.
De momento, admiten, la estrategia no parece práctica, pero el viaje de Pyxis Ocean buscará popularizar las nuevas velas entre los empresarios y constructores.
El navío zarpó el 21 de agosto desde Singapur rumbo a Brasil. A mitad del viaje, realizará una parada en Dinamarca para entregar un cargamento de alimento.
WIRED
