NUEVA YORK (AP) — El líder de los Teamsters dijo que ha pedido a la Casa Blanca que no intervenga si los trabajadores sindicalizados de UPS terminan en huelga.
Las negociaciones entre la empresa de entrega y el sindicato que representa a 340.000 de sus trabajadores han estado estancadas durante más de una semana y se acerca rápidamente la fecha límite del 31 de julio para un nuevo contrato.
El sindicato ha amenazado con una huelga si no se llega a un acuerdo antes de que expire el convenio colectivo. Cuando se le preguntó durante una transmisión web con miembros el domingo si la Casa Blanca podría forzar un contrato en el sindicato, el presidente de Teamsters, Sean O’Brien, dijo que le ha pedido a la Casa Blanca en numerosas ocasiones que se mantenga alejado.
“Mi vecindario donde crecí en Boston, si dos personas tenían un desacuerdo y tú no tenías nada que ver con eso, simplemente seguías caminando”, dijo O’Brien.
“No necesitamos que nadie se involucre en esta lucha”, dijo.
Los Teamsters representan más de la mitad de la fuerza laboral de la empresa con sede en Atlanta en el contrato más grande del sector privado en América del Norte. Si se produce una huelga, sería la primera desde que un paro de 15 días de 185.000 trabajadores paralizó a la empresa hace un cuarto de siglo.
Antes de que se rompieran las conversaciones sobre el contrato, ambas partes habían llegado a acuerdos tentativos sobre varios temas, incluida la instalación de aire acondicionado en más camiones y la eliminación de un sistema salarial de dos niveles para los conductores que trabajan los fines de semana y ganan menos dinero. Un punto conflictivo en las negociaciones son los aumentos salariales para los trabajadores a tiempo parcial, que ganan un mínimo de $16,20 por hora, según UPS.
La semana pasada, UPS dijo que comenzará a capacitar temporalmente a los empleados no sindicalizados en los EE. UU. para que intervengan en caso de huelga.
