SAN FRANCISCO (AP) — Un subcomité del Senado convocó al director ejecutivo de Boeing, David Calhoun, a testificar sobre los aviones de la compañía en una investigación motivada por nuevos cargos relacionados con la seguridad presentados por un denunciante.
El panel dijo que celebrará una audiencia la próxima semana con un ingeniero de calidad de Boeing, Sam Salehpour, quien se espera que detalle las preocupaciones de seguridad relacionadas con la fabricación y el ensamblaje del 787 Dreamliner. El subcomité dijo en una carta que esos problemas podrían crear “riesgos de seguridad potencialmente catastróficos”.
Boeing no dijo si Calhoun planea asistir a la audiencia del 17 de abril. En respuesta a una pregunta de The Associated Press, un portavoz se limitó a decir que la empresa está cooperando con la investigación del subcomité y se ha “ofrecido a proporcionar documentos, testimonios e informes técnicos”.
La Administración Federal de Aviación también ha estado investigando las acusaciones de Salehpour desde febrero, según el subcomité. La FAA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
También se espera que Salehpour, cuyas preocupaciones aparecieron en un artículo del New York Times el martes, describa las represalias que enfrentó después de exponer sus preocupaciones.
Según ese relato, Salehpour trabajó en el 787 pero se alarmó por los cambios en el ensamblaje del fuselaje, el cuerpo principal del avión. Ese proceso implica ensamblar y sujetar secciones gigantes del fuselaje, cada una producida por una empresa diferente, según el relato de Salehpour.
Salehpour dijo al Times que creía que Boeing estaba tomando atajos que conducían a una fuerza excesiva en el proceso de ensamblaje, creando deformaciones en el material compuesto utilizado en la piel exterior del avión. Estos compuestos suelen consistir en capas de plástico reforzadas por una malla de fibras de carbono o de vidrio, lo que aumenta la resistencia a la tracción y los convierte en un sustituto útil de los metales más pesados.
Pero los compuestos pueden perder esos beneficios si se tuercen o se deforman de otro modo. Salehpour alegó que tales problemas podrían crear una mayor fatiga del material, lo que posiblemente provocaría una falla prematura del compuesto, según el informe del Times. Durante miles de vuelos, esas piezas del fuselaje podrían romperse en pleno vuelo.
Según el relato de Salehpour, Boeing no sólo no tomó en serio sus preocupaciones, sino que lo silenció y lo transfirió a trabajar en un avión diferente, una medida que tomó como represalia.
En una declaración de 1.500 palabras, Boeing dijo que tenía “plena confianza” en el 787 y calificó las preocupaciones sobre la integridad estructural como “inexactas”. Boeing añadió que las cuestiones planteadas en el artículo del Times “no presentan ningún problema de seguridad” y dijo que el 787 “mantendrá su vida útil durante varias décadas”.
“Las represalias están estrictamente prohibidas en Boeing”, añadió la compañía en el comunicado, señalando que anima a los empleados a “hablar cuando surjan problemas”.
El historial de seguridad de Boeing ha estado bajo el microscopio desde que un panel de la puerta de un avión 737 Max 9 explotó sobre Oregón a principios de enero . El panel tapó un espacio dejado para una puerta de emergencia adicional en el avión, operado por Alaska Airlines. Los pilotos pudieron aterrizar de forma segura y no hubo heridos.
Pero el posterior descubrimiento de los investigadores de accidentes de que faltaban pernos destinados a asegurar el panel sacudió a Boeing, que alguna vez contó con una envidiable cultura de seguridad. Alaska Airlines y United Airlines, las dos aerolíneas estadounidenses que vuelan el Max 9, también informaron haber encontrado pernos sueltos y otros herrajes en otros paneles, lo que sugiere que los problemas de calidad con los tapones de las puertas no se limitaban a un solo avión.
Tanto el 787 como el 737 Max han estado plagados de defectos de producción que esporádicamente retrasaron las entregas y dejaron a las aerolíneas sin aviones durante las temporadas de viajes más ocupadas.
Calhoun, el director ejecutivo, anunció en marzo que se jubilará a finales de año . Esto se produjo tras la salida de otro ejecutivo de alto rango de Boeing y la decisión del presidente de la junta directiva de Boeing de no presentarse a la reelección en mayo.
