El director ejecutivo de Boeing (NYSE:BA), Dave Calhoun, dijo que la compañía reconoce “nuestro error” después de que un tapón de la puerta de un 737 Max 9 explotara en medio de un vuelo de Alaska Airlines, creando un enorme agujero en el fuselaje y provocar la inmovilización de ese tipo de aeronave según las regulaciones federales.
La Administración Federal de Aviación dejó en tierra los 737 Max 9 menos de un día después del incidente en el vuelo 1282 de Alaska Airlines para que los aviones pudieran ser inspeccionados. El 737 Max 8 más común no se vio afectado.
“Cuando obtuve esa foto [del 737 Max 9 de Alaska Airlines], lo único en lo que podía pensar era que no sabía qué le pasó [a] quien se suponía que estaba en el asiento junto a ese agujero en el avión”, Calhoun dijo al personal, según comentarios compartidos por Boeing. “Tengo hijos, tengo nietos y usted también. Esto importa. Cada detalle importa”.
En el vuelo no había nadie sentado en el 26A, que estaba al lado del panel que explotó, salvando a los pasajeros de una posible tragedia.
Pero el accidente plantea un mayor escrutinio sobre Boeing y su director ejecutivo. La compañía ha luchado con una serie de defectos en sus aviones en los últimos años, mientras intentaba aumentar la producción y mejorar su reputación después de accidentes fatales en 2018 y 2019.
Las acciones de BA ganaron 2,69 dólares, o un 1,2%, a 228,45 dólares, mientras que las de ALK cayeron 25 centavos a 37,12 dólares.
Menafn