Esta es la tercera acción de ‘Código Rojo’ en Bélgica, luego de las llevadas a cabo contra Total Energies y Engie.
Activistas de Code Rouge (Código Rojo), una coalición de una veintena de asociaciones para la defensa del medioambiente, llevaron a cabo este sábado (16.12.2023) en los aeropuertos de Lieja y Amberes para protestar acciones por la contaminación del transporte aéreo.
“Hoy, partidario del Código Rojo de varios países europeos han entrado en el aeropuerto de Lieja en una acción directa pacífica para denunciar la “Injusticia y el impacto climático de la aviación y exigen una reducción drástica de los vuelos”, informó la coalición en un comunicado.
En el aeropuerto de Lieja, los grupos de activistas organizaron una acción de desobediencia civil consistente en bloquear las entradas al edificio de la empresa china de comercio electrónico Alibaba< a i=2> e impedir que puedan descargar sus mercancías en camiones.
En la acción participaron unas 600 personas, según el colectivo, para denunciar la ampliación a gran escala del aeropuerto de Lieja en terrenos agrícolas. Este aeropuerto de carga es el de más rápido crecimiento de Europa y el principal centro logístico europeo para Alibaba.
Vestidos con trajes de color blanco, los grupos de activistas denunciaron que la ampliación del aeropuerto y el crecimiento del transporte aéreo de mercancías para consumo masivo tiene importantes impactos en la salud, la economía local y el clima.
Paralelamente, el medio centenario de activistas del colectivo llevaron a cabo otra acción en el aeropuerto de Amberes, donde paralizaron el tráfico de aviones brevemente, antes de ser detenidos por la Policía. Los agentes habían impedido antes a otros 350 llegar a las instalaciones aeroportuarias, según el colectivo.
El Código Rojo exige, entre otras cosas, la prohibición de los jets privados y un transporte público asequible. La portavoz del colectivo, Ruth Marie, aseguró que “los jets privados son el pináculo de la injusticia climática y no hay absolutamente ninguna razón para su existencia en una crisis climática”.
“El 1 % de la población mundial es responsable del 50 % de las emisiones de la aviación. Es hora de que los superricos abandonen sus juguetes destructivos y sus hábitos de lujo y dejen de quemar nuestro planeta. Es hora de prohibir los jets privados”, afirmó.
Deutsche Welle
