El organismo de Naciones Unidas ajustó sus estimaciones para la región para este año y el próximo, alertando como consecuencia la persistencia de elevados niveles de informalidad y grandes brechas de género.

Latinoamérica aún enfrenta una situación de debilidad económica que será una prueba para los gobiernos el próximo año. Según un informe presentado este jueves por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la región continuará su “senda de bajo crecimiento” para 2024.

El reporte, Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023, el último presentado este año por el organismo de Naciones Unidas, estima que el Producto Interno Bruto (PIB) anual aumente un 2,2% para el cierre de 2023 –una cifra mayor al 0,6% por Cepal en septiembre–, pero se desacelere en 1,9% para 2024.

José Manuel Salazar-Xirinachs, el secretario ejecutivo de la Cepal, advierte de que el bajo desempeño de la actividad regional incidirá en “la persistencia de elevados niveles de informalidad, grandes brechas de género, y otros efectos en el mercado de trabajo”.

Las perspectivas se conocen en un momento en que los países enfrentan limitados espacios de políticas fiscal y monetaria y un contexto internacional adverso, marcado por un reducido crecimiento, una baja