Noruega dijo que impondría límites a los buques pesqueros rusos que utilizan sus puertos, en un nuevo refuerzo de la seguridad tras el presunto sabotaje de la semana pasada en los gasoductos Nord Stream en el cercano Mar Báltico.
Los arrastreros rusos ahora solo podrán visitar tres de las varias docenas de puertos a lo largo de la costa noruega y deben someterse a controles de seguridad cuando lo hagan, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Anniken Huitfeldt, en una conferencia de prensa. Los puertos incluyen Tromso, Kirkenes y Botsfjord.
No llegó a imponer una prohibición total a los buques rusos exigida por algunos expertos en seguridad y políticos de la oposición, que habían dicho que había un riesgo de espionaje y más sabotaje.
Se necesitaba cierto acceso ya que la gestión conjunta de las poblaciones de peces sigue siendo importante, dijo Huitfeldt.
Y al inspeccionar los buques, Noruega también buscará evitar el contrabando de bienes sancionados de regreso a Rusia, agregó.
Noruega, el proveedor de gas número uno de Europa y un importante productor mundial de petróleo, ha desplegado su marina, fuerza aérea y soldados para proteger su industria energética en respuesta a las fugas de Nord Stream, que algunos países han atribuido al sabotaje.
La policía noruega también colocó sistemas de detección de drones en plataformas marinas para investigar las recientes violaciones de seguridad.
“Las anexiones inaceptables de Rusia en Ucrania, los ataques contra gasoductos en el Mar Báltico y el aumento de la actividad de aviones no tripulados han llevado al gobierno a reforzar aún más la seguridad”, dijo Huitfeldt.
Los buques pesqueros rusos a menudo entregan sus capturas en los puertos noruegos, lo que beneficia a la economía local.
Noruega los ha eximido de las sanciones europeas impuestas al transporte marítimo comercial tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
Reuters
